Claves para elegir la ropa del bebé

7.9.16

¡Hola! ¡Bienvenidos a la tercera entrada! :D
Abordaremos la importancia de la elección de la vestimenta para brindarles a los bebés oportunidades de movimientos libres

Con el correr de la lectura, verán que no se trata de un gran secreto guardado por miles de años… No, no, nada de eso… Son conceptos que ya tenemos incorporados… Sólo reflexionaremos, relacionaremos y uniremos para lograr una nueva perspectiva

En las dos entradas anteriores, resumí las bases de la investigación de la doctora Emmi Pikler y la invitación, que a partir de las conclusiones, le hace al adulto que acompaña al bebé en su desarrollo motor.

Ella aconseja, principalmente, dos cuestiones:

-Evitar la intervención directa: no obstaculizar los movimientos libres del bebé, no apresurar sus tiempos, no "ayudarlo". Respetar sus iniciativas. 
-Asegurar las condiciones de libertad de movimiento: cuidar la vestimenta, brindarle un espacio suficiente y con superficie firme y ofrecerle determinados tipos de juguetes. 

Y podemos nombrar una tercera que es muy importante y consecuencia de las anteriores… ¡Acompañar los logros con alegría! 

Bajo estas condiciones, según Emmi, el bebé naturalmente va a ir evolucionando en sus posturas y movimientos hasta caminar.

Nos estamos refiriendo específicamente al desarrollo motor de bebés que no posean un impedimento neurológico o físico diagnosticado.

Avanzando, el objetivo de esta entrada es brindar algunas herramientas para lograr que la vestimenta asegure libertad de movimiento… ¡Ahí vamos!
Como ya comentamos, el desarrollo motor, es uno de los pilares durante el primer año de vida… Y un porcentaje importante de las actividades del bebé durante los momentos de vigilia, va a estar relacionada a sus posibilidades corporales
Pensemos que el bebé pasa de "nadar" en la panza de su mamá a 10/13/15 meses después, estar dando sus primeros pasos por la casa…

La evolución de la motricidad durante ese primer año, es vertiginosa. Por eso, como premisa principal, la vestimenta tiene que COLABORAR con todo el esfuerzo que hará el bebé.
Debe facilitarle los movimientos, no interferir, no tiene que ser un obstáculo, no tiene que frenarle sus tentativas motoras.

EL BEBÉ TIENE QUE PODER FLEXIONAR, EXTENDER Y ROTAR MIEMBROS SUPERIORES E INFERIORES, SIN DIFICULTAD. 
TODAS LAS ARTICULACIONES DEBEN ESTAR LIBERADAS DE CUALQUIER FRENO.

Pensando todo esto, descubrimos que el ideal, es tener al bebé únicamente con el pañal… ¡Sí! 
Y cuando la temperatura no acompaña, Emmi Pikler agrega: "Los niños sólo llevarán puesto lo que sea estrictamente necesario".

Personalmente suelo preguntarme… "¿si hubiera de mi talle, elegiría ponerme esta prenda para hacer actividad física?" ¿Notaron que hay ropa que la vemos, la tocamos y deseamos ponernos y otra que nomás al verla la percibimos incomodísima? 

Y observando nuestra propia experiencia descubrimos que lo mejor son las TELAS FLEXIBLES QUE SE ADAPTEN AL CONTORNO Y MOVIMIENTO DEL CUERPO.
¡Como los atletas, los bailarines, los trapecistas! ¡Todos los profesionales del movimiento!


Flexible, liviano, del talle adecuado, sin artilugios que sobren, ni volados de más, ni bolsillos que no usaremos o cordones que cuelguen… 
Hay que optimizar el movimiento, liberarlo.

Por eso es que una tela gruesa, pesada y dura, como el jean, la gabardina o el corderoy, por ejemplo, no son buenas opciones. Cuando nosotros adultos usamos un pantalón así, solemos jalarlo si tenemos que sentarnos en el piso o subir la pierna… El bebé todavía no puede jalar del pantalón, su energía está puesta en controlar los movimientos de su cuerpo, en mantener el equilibrio, en la coordinación visomotora, entonces para él, ese tipo de prenda se transformará en un obstáculo
Quedan re cancheros los bebés con JEANS, sí, no lo podemos negar… pero en la práctica no son cómodos, ni funcionales (y entre nosotros, además, complican el cambiado de pañales, ¿no?).

Los VESTIDOS, también frenan el movimiento… Si estamos acostados e intentamos girar con un vestido o pollera, nos enredamos… Eso mismo le pasa al bebé: quiere rolar, la tela sobrante no acompaña, queda aprisionada debajo del cuerpo, tironea y le impide la continuidad de la acción… Y cuando ya gatea, lo pisa con las rodillas, se frena de golpe y del impulso que traía, se va de boca al piso.

La ROPA CON CAPUCHA, estorba el movimiento de la cabeza y el cuello y a veces hasta interfiere en la visión periférica

Los BUZOS son más cómodos que las CAMPERAS con cierre que entre movimiento y movimiento, suelen bajarse, dejando hombros al descubierto y dificultando la movilidad del brazo. Sucede parecido con los SACOS que se desabotonan muy fácilmente y con los BRELETES flojos

Dato extra… Cuando elegimos un traje de baño enterizo o de dos piezas, es preferible que la parte superior sea cruzada en la espalda. En ese género, los breteles, no se caen… Lo saben bien las nadadoras y acróbatas. 

Tengamos en cuenta también que las MANOS siempre estén liberadas para facilitar que se sujete y manipule objetos. De ser necesario, doblaremos las mangas por encima de las muñecas. 

El ruedo del pantalón, encima del tobillo para no hacer interferencia en la movilidad del PIE.

Atendiendo a estas características y observando otra vez a los profesionales del movimiento: encontramos que lo más adecuado son los BODIES (evitan que se enrolle la ropa arriba de la panza) y las CALZAS o PANTALONES DE ALGODÓN (las telas que no permiten que la piel respire no son las más aptas para la sensibilidad del bebé). 

Con respecto a las variaciones térmicas… Hay que leer al bebé. Hay bebés que son más calurosos y otros bebés que son más friolentos. Hay bebés que transpiran y otros que tienen las manos frías. La "cantidad" de prendas o su grosor, dependerán de cada bebé. Hay que llevarlo al punto neutro donde él no tenga ni frío, ni calor. 



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Como verán el acento está puesto en la funcionalidad de las prendas. Se dejan las coqueterías de lado. No hay concepto de lindo/feo, combinado/mal combinado, a la moda/demodé… pero ojo, sí, hay sensaciones: agrado/desagrado, comodidad/incomodidad, movilidad/inmovilidad, LIBERTAD/IMPOTENCIA...

Entonces… ¿qué sentirá en la cabeza una bebita todavía sin pelo cuando le ponemos una vincha elástica? ¿O para asistir a una fiesta (de la que no se acordará), un vestido pomposo que no le permite encontrarse los pies? ¿Un mono con algún bordado que lo engalane no será más adecuado y práctico para ella? ¿La ropa "linda" y "a la moda" es para que la "valore" el bebé o los adultos que sacamos fotos? ¿No sería más "canchero" que durante las horas del evento (un porcentaje importante, si lo comparamos con el total que lleva de vida) esté cómodo y a gusto? ¿Qué les parece?

Una vez que el bebé haya adquirido la marcha, una vez que caminar no le implique tanta energía, a medida que los meses pasen, va a hasta elegir qué quiere ponerse… Cuál es la prenda que desea que abrace su cuerpo, que lo acompañe en sus aventuras. Si le presentamos opciones, expresará lo que le gusta, lo que le parece más cómodo, más lindo, lo que considera que va acorde a su personalidad, al humor que tiene ese día o a la temperatura que él siente en su cuerpo… Ya llegará el tiempo de "marcar tendencia". 

¡Hasta la próxima!
¡Gracias por pasar por aquí!

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Fuente: Emmi Pikler – Moverse en Libertad. Desarrollo de la Motricidad Global. Budapest. 1969.
La señorita que se "mueve en libertad" en las fotos, es la genia total de Mariela Herrera. ¡Gracias por el préstamo!

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